Empezó a llover con tanta fuerza, que mi ropa se fue poco a poco empapando. Aligeré el paso porque la calle se ponía resbalosa y en moto no se puede frenar con fuerza. Poco a poco la lluvia se convertía en un diluvio y empezó a volverse tormenta. Hasta pensé en detenerme a esperar, pero decidí seguir. Llegué al cruce miré el semáforo que me permitía pasar y lo hice.
Todo puede cambiar en un segundo.
No recuerdo nada del choque excepto que sentí un estallido en mi casco, que volaba por los aires y que finalmente caía al piso y mi cabeza tocaba y rodaba por el suelo. Fue como un remolino de recuerdos e imágenes en pocos segundo como estar mirando una película, pensé que seguro estaría muerto cuando caí en cuenta que quien me había arrollado era un autobus gigante con al menos 100 pasajeros.
Apenas me repuse del shock descubrí que a quien primero quería abrazar y decirle que estoy vivo era a mi mujer. Mi alma busca tu alma.
Creo que todavía me quieren en este mundo, todavía estoy vivo, todavía hay mucho por vivir, unos hijos por concebir, unas cuantas décadas para compartir, con mucha gente que me ama y en estos días me lo ha demostrado, pero sobre todo contigo Lisa.
Los golpes, las heridas, todo sanará y de hecho están sanando poco a poco. La moto también se puede reparar o remplazar, pero mis sueños de vivir a tu lado mi amor, no se pueden cambiar, ni remplazar ni posponer. La vida es hoy y quiero vivirla a plenitud a tu lado siempre.
viernes, 22 de febrero de 2008
UNA CITA CON LA VIDA
lunes, 11 de febrero de 2008
De colores
Amarte de rojo apasionado,
para pintar de besos toda madrugada.
Besarte azul de la mañana,
para tocar el cielo al mirarte acostada.
Acariciarte naranja al medio día,
para almorzar tu piel con manzana.
Mimarte de blanco al oido,
para sacarte el vestido vespertino.
Escribirte verde en confianza,
para sembrar mis deseos nocturnos en tu alma.
Desentrañar y juntar los colores,
para ver tus tonos durante las horas,
y cada día volver por más.
lunes, 4 de febrero de 2008
La jalea
Alguna vez alguien me dijo que soy frágil. Que por fuera soy de cemento pero por dentro soy de jalea.
Y es verdad. Soy eso y eso soy.
Desde entonces pensé que sería dificil conseguir una mujer que sepa aprovechar el cemento para construir cimientos y al mismo tiempo aprovechar la jalea para endulzarse la vida con ella.
Y sí, soy un hombre fuerte. Pero también soy frágil, porque vivo, porque respiro, porque siento, porque así soy, porque no tengo miedo en mirarme en el espejo.
Y ella me ve en el espejo tambien tal como soy. Y Yo la miro tal como es.
Ambos nos intuimos el uno al otro a la perfección. No existe la persona perfecta pero si la perfecta relación.
Eso vino de fábrica ya colocado en el adn.
Te amo.